MÚSICA COLOMBIANA

ASÍ ESTAREMOS HOY.

miércoles, 22 de julio de 2015

AQUELLO QUE VIVÍ


Lo que hay que hacer

Aquella extraordinaria mujer, había colocado la máquina de coser, en la habitación que daba a la calle, engalanada de enorme ventana, por donde le entraba la luz y el aire. Era su puesto de batalla, en que unos pesos demás entraban al arca del hogar. Revistas de moda aguardaban a los clientes, para satisfacer las vanidades femeninas (que no eran pocas); tenía una buena clientela que hacían que el pedal que sus pies movían, no se quedara quieto, muchas veces hasta tarde de la noche. Mientras llegaba la mesada del esposo, que permanecía largo tiempo por fuera, ella, con su costura, daba manutención a sus seis hijos. No se borraba de su hermoso rostro una sonrisa, larga como el cabello ensortijado que caía sobre sus hombros. Siempre estaba en actividad ya fuera trazando, cortando las telas para los vestidos o en la cocina en las labores de cocer los alimentos aquietando la voracidad de la prole y de todo aquel que llegara a su casa en horas en que la mesa estaba servida; tenía el don de compartir con amor los regalos llegados desde el cielo.
Dejaba salir los hijos mayores a jugar con los amigos en la manga cercana, pero cuando se escaseaban los hilos, se quebraba una aguja o cualquier implemento le hacía falta, salía al corredor y con voz fuerte los llamaba por los nombres de en uno en uno.


Una soledad entretenida

Esa acción periódica, hizo que la lora aprendiera no sólo a llamarlos, sino también la entonación; tanto, que era difícil distinguir de que garganta salía el llamado. El acto aunque sencillo, no dejaba de ser encantador para quienes, tuvimos el privilegio de gozarlo a plenitud. Entre la amabilidad, la filantropía del corazón, botones, hilos y retazos de diferentes colores en la morada de tan espiritual mujer, corrieron los años sin sentirlos, contribuyendo hallar en sus hijos, mis grandes amigos; amistad que aún a pesar de los años perdura, aunque la voz de la lora no los llame, se enquistaron en el corazón.       


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